Sé que tengo una entrada en el blog de torrijas pero acabo de comprobar que es muy distinta a esta que os voy a publicar ahora ☺️
En este post me voy a centrar exclusivamente en las torrijas de miel. En la otra entrada también hablo de las torrijas con azúcar y canela. En las fechas que corren existe un sinfín de tipos de torrijas, pero yo para estas cosas soy muy tradicional y mis preferidas son las de miel 😁
Yo las torrijas las hago de leche y miel. Nada de vino. Aunque si hubiese alguien que las quisiera de vino, yo encantada de la vida de hacérselas así 😀.
Mis torrijas son muy características. Las han llegado a probar gente que no les gusta nada las torrijas y me las han pedido en cuanto las han probado. Son unas torrijas con un sabor único ☺️. La textura es 🤤. Y la receta de un gran maestro pastelero que es mi padre. A él le debo toda mi pasión y mi amor por la repostería. De él lo he aprendido casi todo. Y digo casi todo porque el es repostero tradicional y yo pongo la parte creativa. Pero las grandes recetas son suyas y los trucos más importantes son suyos. Por eso los roscos son únicos, al igual que los pestiños y también ocurre lo mismo con las torrijas.
Y después de este "kit kat" me vuelvo a centrar en la entrada de hoy 🤣. Pues como os decía estas torrijas son muy características. De hecho todo el que las prueba me lo dice "están de miedo".
Mirar que pinta tan apetitosa 🤤🤤
Es la merienda perfecta de estas fechas ✌🏻✌🏻
Va bien en cualquier plato 😜
Aquí la tenéis cortada. Para que veáis el corte tan suave que tiene. Se deshace en la boca 😋😋
Aquí las podéis ver listas para salir 👏🏻👏🏻👏🏻
No me digáis que no tienen buena pinta ehhhh 😉
¿Qué os han parecido? Espero que os hayan gustado 🙄
Son unas torrijas de tamaño mediano, ni de las grandes ni de las minis esas que se ven por ahí. Tienen la justa medida para saciar la gula de cualquiera 🤗🤗
Pues hasta mañana gusanillos!!! 🙋🏻🙋🏻
Besos amores
💋💋💋
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